Un estreno que celebra la palabra y la pasión
El Teatro de La Abadía celebra su 30 aniversario con una propuesta que recupera la esencia de la poesía en escena. Los amores feroces es un proyecto de Rosario Ruiz Rodgers junto al escritor Jorge Volpi, que toma como base los textos y reflexiones del Premio Nobel Octavio Paz para hablar del amor, la sensualidad y el erotismo desde distintas etapas de la vida.
El montaje, concebido como un viaje emocional a través de la palabra, entrelaza poemas, ensayos y cartas del autor mexicano con fragmentos de su entorno íntimo: amadas, amigos y artistas que marcaron su universo.
“¿Qué ve la pareja en el espacio de un parpadeo?”, se preguntaba Paz.
Esa duda se convierte aquí en el punto de partida de un juego escénico que indaga en la naturaleza del deseo, la pasión y la memoria.

Imagen @geraldineleloiytre
Poesía, cuerpo y silencio
Bajo una dirección minimalista y precisa, el espacio escénico se transforma en un personaje más. Las luces, los vacíos y la música envuelven al espectador, que se sumerge en un ambiente íntimo y casi ritual.
La obra se inspira visualmente en la estética del pintor Vicente Rojo, cuyas formas abstractas acompañan el movimiento de los cuerpos y el ritmo de las palabras.
Cuatro intérpretes de distintas generaciones exploran cómo el amor se transforma con el paso del tiempo: la juventud que busca, la madurez que recuerda, la vejez que reinterpreta. En esa convivencia de edades, Los amores feroces logra que cada espectador encuentre su propio reflejo.
La crítica de Nerea FerGom: una experiencia sensorial que deja huella
Entrar en La Abadía para ver Los amores feroces es como adentrarse en un territorio desconocido. Llegas con cierta duda —“¿será una pieza demasiado poética, demasiado simbólica?”—, pero todo cambia en los primeros minutos.
El escenario, aparentemente vacío, cobra sentido a medida que avanza la función. La música te aísla del mundo exterior y los cuerpos, en movimiento, te invitan a mirar sin descanso.
Los intérpretes trabajan con una entrega total: cada gesto y cada silencio sostienen el pulso de la obra. No hay artificio; hay verdad, palabra y presencia.
El texto, como ocurre con los buenos textos teatrales, te acompaña después de la función. Te obliga a cuestionarte qué significa amar, si el amor que has sentido ha sido pleno, si puede sobrevivir al deseo o si el tiempo lo transforma inevitablemente.
“Los amores feroces te confronta con tus propias ideas sobre el amor. Te hace preguntas incómodas, pero necesarias.”
Ese es su mayor logro: no busca respuestas, sino despertar emociones y pensamientos. En un momento en que hablar de sensualidad y deseo sigue siendo tabú, la obra propone hacerlo con naturalidad, belleza y una honestidad desarmante.
Ficha técnica
Lugar: Teatro de La Abadía – Sala Juan de la Cruz
Dirección: Rosario Ruiz Rodgers
Dramaturgia: Jorge Volpi, a partir de textos de Octavio Paz
⭐ Valoración NouArte: 9/10 — Una pieza que une poesía, cuerpo y pensamiento en una experiencia teatral única.
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