La actriz y escritora María Aguilera presenta su primer libro: un viaje íntimo a la juventud, la identidad y la creatividad sin filtros.
Con apenas veinte años, María Aguilera debuta como autora con una obra que mezcla reflexión, emoción y una mirada generacional sin adornos. En esta entrevista, habla de los miedos y la valentía que supone publicar algo tan personal, del poder de la autenticidad y de la necesidad de convertir la vulnerabilidad en arte.

Fotografía de zzlewizz
“No quería guardar estas reflexiones solo para mí”
Nerea FerGom: ¿Cuándo sintió por primera vez la necesidad de convertir en libro las reflexiones y vivencias que hasta ahora había guardado para usted?
María Aguilera: La necesidad surgió cuando entendí que lo que había vivido y sentido no era solo mío. Me di cuenta de que cuando vienes de abajo, aprendes a valorar todo, a trabajar, amar y crear de otra manera. Quise que mis reflexiones y preguntas se convirtieran en algo que alguien más pudiera sentir como suyo también. Creo que el mundo no necesita más imitaciones, necesita personas auténticas. Y nadie puede contar tu historia mejor que tú misma si la transformas en arte, y eso fue lo que me impulsó a convertir mis escritos en un libro.
NFG: Menciona que esta obra nace de preguntas más que de certezas. ¿Qué pregunta fue la primera que la impulsó a escribir?
MA: La verdad es que nunca imaginé escribir un libro. Siempre escribía de manera natural, en la escuela, en mis libretas… y un día pensé: oye, esto que me está pasando, a lo mejor le puede pasar a alguien más. Fue en ese instante cuando sentí la necesidad de ponerlo en palabras y compartirlo, con la esperanza de que alguien se sintiera menos solo al leerlo.
NFG: ¿Cómo recuerda el momento exacto en que decidió que este proyecto iba a convertirse en su primer libro publicado?
MA: El momento en que decidí que este proyecto iba a ser un libro fue intenso y muy real. Revisando todo lo que había escrito, me di cuenta de que estas reflexiones podían llegar a otros, podían tener un espacio propio fuera de mis cuadernos. Sentí emoción, un poco de miedo, y también claridad: esto tiene que salir, esto merece existir como libro. Fue un instante de compromiso conmigo misma y con quienes pudieran leerlo y rellenarlo.
“El arte de ser uno mismo es la mayor valentía”
NFG: ¿Hubo algún miedo o vértigo al exponerse con una voz tan personal?
MA: Claro que hubo miedo. Es raro exponerte de esa manera, mostrar algo tan personal. No sabía cómo me sentiría ni cómo reaccionaría la gente, pero sentí que era algo que tenía que hacer. El arte de ser uno mismo en un mundo que quiere que cambies es la valentía más grande que un corazón puede tener.

NFG: Su libro habla de la juventud como un territorio en transformación. ¿Cómo definiría esa etapa vital que retrata?
MA: La juventud es un territorio cambiante, donde todo parece nuevo y a veces confuso. Es un momento de probar, equivocarse, aprender y descubrir quién eres. También es una etapa en la que te enfrentas a ti mismo y a tus emociones, donde cada decisión, por pequeña que parezca, te enseña algo. En mi libro quería capturar esa sensación de estar siempre en movimiento, buscando tu lugar, tu voz y la manera de conectar con tu creatividad mientras te encuentras a ti mismo.
NFG: En el documento se describe que hay un hilo constante sobre el cuerpo y la identidad. ¿Cómo trabajó esa dimensión física y emocional en la escritura?
MA: Como artista, para mí el cuerpo y la identidad no se pueden separar. Escribí mucho desde lo que sentía en mi propio cuerpo, cómo mis emociones se reflejaban físicamente y cómo eso influía en quién soy. Cada sensación, cada tensión, cada alegría o miedo, estaba ligada a una parte de mí que quería explorar y entender mejor. Quise que esas sensaciones también llegaran al lector, que comprendieran que nuestro cuerpo habla, que nos cuenta cosas sobre nosotros mismos y nos ayuda a conectar con nuestras emociones de una manera más profunda.
“Todos somos artistas hasta que aparece la presión de sobrevivir”
NFG: ¿Qué papel jugaron sus propias experiencias y qué parte fue observación o diálogo con otros jóvenes de su entorno?
MA: Todo lo que escribo viene de mí, de lo que siento y pienso cada día. Pero también presto atención a lo que veo en otros, a sus historias, emociones y dudas. Como actriz, me fascina escuchar, observar y aprender de los demás, y eso me ayuda a que el libro no sea solo mi mundo, sino algo con lo que otros jóvenes puedan identificarse y sentirse acompañados.
NFG: ¿Qué espera que encuentre el lector cuando se acerque a estas páginas por primera vez?
MA: Espero que al abrir el libro, el lector se sienta visto y comprendido. Durante mi infancia y parte de mi adolescencia me sentía bastante sola, sin ningún referente, y gran parte de este libro nació de eso, para no sentirme tan sola y para sentirme comprendida, aunque fuera a través de mis escritos.
NFG: ¿Hay alguna frase o capítulo del libro que para usted sintetice su espíritu o su mensaje central?
MA: Si tuviera que elegir un capítulo que sintetice el espíritu del libro, sería el capítulo cinco, “No te conviertas en un artista sombra”. Habla sobre el síndrome del impostor, algo que he sentido durante muchos años, y cómo aprender a reconocer tu valor y tu voz es fundamental.
“La creatividad no debería ser un privilegio”
NFG: ¿Qué rasgos cree que definen a esta generación que describe?
MA: Creo que nuestra generación es auténtica, consciente y emocionalmente intensa, con una gran capacidad de reflexión y de cuestionar lo que nos rodea. Pero también veo un lado peligroso: las redes sociales han normalizado que podamos faltar al respeto sin límites. (…) Ojalá todos tuviéramos el derecho de dedicarnos al arte, porque la creatividad no debería ser un privilegio, sino una parte esencial de lo humano.
NFG: ¿Cómo vivió el proceso de dar forma al libro: fue más un ejercicio de escritura libre o un trabajo muy estructurado desde el inicio?
MA: Fue un ejercicio de escritura liberadora. (…) Nunca he sido estructurada en casi nada, pero con la escritura sí he sido constante, porque la sentí como una forma de liberar peso y de conectar conmigo misma de manera profunda.
NFG: ¿Ha cambiado su mirada sobre usted misma o sobre su entorno después de terminar el libro?
MA: Muchísimo. Ahora sé que puedo sostener mi voz incluso cuando otros intentan bajarla. (…) Terminar el libro y publicarlo me enseñó a confiar en mí misma y en lo que quiero transmitir, sin depender de la aprobación de nadie.
“Espero que este libro abrace al lector en silencio”
NFG: ¿Qué le gustaría que este libro le dejara al lector cuando cierre la última página?
MA: Quiero que cuando el lector cierre la última página, sienta un abrazo silencioso de comprensión y cercanía. (…) Espero que el lector se lleve esa sensación de presencia, de cercanía y de fuerza para confiar en sí mismo, en su propia voz y en su arte.
NFG: ¿Cuáles son sus próximos proyectos? ¿Piensa seguir escribiendo o explorando otros formatos?
MA: Ahora mismo voy a empezar con una formación en teatro y continuaré con mis estudios deportivos. (…) Todo lo que haga quiero hacerlo desde el corazón, desde mi esencia, porque la esencia es algo que un artista nunca jamás se puede permitir perder.
NFG: ¿Podría recomendarnos algo artístico que le haya conmovido últimamente?
MA: Últimamente me han conmovido varias cosas. La música de Michael Jackson me hace reflexionar profundamente. (…) Ver documentales sobre artistas como Kandinsky me recuerda lo importante que es crear desde la pasión y la autenticidad.