El director valenciano Javier Polo regresa con su primer largometraje de ficción, una propuesta coral que mezcla humor negro, reflexión y cotidianidad absurda para hablar de los pequeños dramas que todos compartimos.

Un reparto coral de lujo
Con motivo de su estreno, Pequeños Calvarios llega como una de las comedias más esperadas del año. El filme cuenta con un reparto excepcional encabezado por Pablo Molinero, Enrique Arce, Arturo Valls, Andrea Duro, Berta Vázquez, Vito Sanz, Marta Belenguer, Javier Coronas, Rubén Bernal, Mamen García, José Miguel López, Lorena López y Raúl Navarro, entre otros.
El largometraje, coproducido entre España y México, cuenta además con el apoyo del IVC, el ICAA y À Punt Mèdia. La película es una coproducción de Los Hermanos Polo, Japonica Films, Paloma Negra Films y Whisky Content, que ya colaboraron en títulos como La Caja o The Human Hibernation.
Una fábula moderna sobre los pequeños dramas cotidianos
La historia de Pequeños Calvarios gira en torno a Carlo, un excéntrico relojero con un poder peculiar: puede influir en los habitantes de su ciudad, empujándolos a enfrentarse a sus propios dilemas. Desde un hipocondríaco que teme la muerte hasta una pareja atrapada en una relación incierta o una profesora de yoga cuya calma se ve alterada por una vecina inesperada, cada historia plantea una pregunta universal: ¿podemos cambiar realmente nuestro destino o solo la forma de afrontarlo?
La película entrelaza estas microhistorias con un tono tan hilarante como melancólico, situando al espectador frente a la ironía de la vida moderna, la incomunicación y la necesidad de detenerse a escuchar —a los otros y a uno mismo— en un mundo que vive en modo automático.
Una comedia con alma y una mirada distinta
Visualmente cuidada y con una fotografía exquisita, Pequeños Calvarios apuesta por un lenguaje cinematográfico poco habitual en la comedia española actual. Javier Polo consigue un equilibrio entre lo surrealista y lo emocional, sin recurrir a fórmulas fáciles, ofreciendo una película que invita a reírse y, al mismo tiempo, a pensar.
Crítica de Pequeños Calvarios
Por Nerea Fernández (NouArte Magazine)
Pequeños Calvarios es una comedia reflexiva con toques de humor negro, que nos muestra pequeñas historias en las que todos nos sentiremos identificados. En un momento frenético, donde muchas veces vivimos con el piloto automático, gusta ver este tipo de películas que nos obligan a parar y mirar alrededor.
Con un reparto maravilloso y una fotografía exquisita, Javier Polo construye un relato coral que es tan humano como absurdo. Un relojero solo quiere cambiar el destino de los protagonistas, pero la pregunta subyacente es profunda: ¿realmente podemos cambiar nuestro destino o simplemente aprendemos a afrontarlo de otra manera?
Nuestros pequeños calvarios, esas luchas internas que todos cargamos, ¿nos ayudan a escuchar al otro o solo nos hacen encerrarnos en nosotros mismos? En un momento donde todo se etiqueta, quizá haya cosas que no necesiten una etiqueta. Pequeños Calvarios nos invita precisamente a eso: a mirar sin juzgar, a reírnos de nuestras propias contradicciones y a reconocer que, en el fondo, todos compartimos un pequeño calvario.
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Imágenes facilitadas por DYP Comunicación



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